Estoy en esos días culeros en los que todo vale verga, como si se sincronizara el puto caos. He sentido que la fuerza se me acaba y que ya no puedo más. Y es que uno se siente así después de una decepción. De pronto me involucré en un cambio radical en mi forma de ser, dejé hábitos y costumbres para cerrar el pasado, puta madre, hasta amigos borré y todo sucedió muy rápido. Bueno, tan rápido que la persona, por la cual realicé el viaje de no retorno, ni cuenta se dió. Me di cuenta de que ya nada era igual y fije mi meta en seguir mi camino al sol sin pedos, más tranquilo. Digamos que hasta ahí todo iba bien pero en momentos culeros como éste,me preguntó: " ¿el mundo ya cambio? No Empeoró todo. De pronto todo se nubló y ya se perdió hasta el sentido común. Tampoco queda mi fe en la Humanidad. Pinche mundo ya apestas cabrón pero para mi suerte tengo un arma secreta que se fuma. A veces lo mejor no es el cambio sino el medio para ello. |
martes, 1 de marzo de 2016
Ya no queda nada
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