¿No les ha pasado que de pronto oyen una canción y se acuerdan de algo, digamos algo así como una película o momento de su vida nada más empieza la canción?
Llega ese recuerdo y a veces por absurdo que parezca, como perro de Pávlov , trae consigo la activación de otros sentidos como el olfato, tacto o gusto. Pero que pasa si el momento no fue agradable, como tal vez la muerte de un ser querido, una separación o un lugar y situación incómoda; sentimos repudio y no queremos oírla mas.Como en la "Naranja Mecánica, Alex acabó odiando a Beethoven .
Durante muchos años fui fan del metal. Me gustaban esos géneros oscuros y hasta me dio por andar de negro y de matas largas. Conseguía música como loco y me costó varias idas al asqueroso y carisimo "chopo" Bueno hasta llegué ir a toquines de 29 mugrosos de los cuales 20 eran los músicos. Fail.
En mis viajes por el descenso al mismo infierno una mujer se unió a mi y pues, tenía los mismos gustos musicales. Ella se fue.
Jamás volví a Oír Metal.
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