Se supone que no debemos decir nunca he de beber de esa agua de ese río.
Hoy fui a una convención de cómics, la mole se llama, lleve a mis hijos y la pasaron muy bien. Fue como un tianguis grande pero lleno de sorpresas, en chinga nos cansamos de la caminata.
Veo como el tiempo se me agota, dentro de poco ya no me quedará espacio para vivir mi experiencia de ser un teporocho. Ando de vacaciones y no hay hora en la que no piense en beber de nuevo, lo dejo y no puedo dormir y si duermo al despertar lo único que quiero es tomar otro vaso de alcohol. No sé qué sería de mi si viviera en la localidad de mi grupo de alcohólicos, tal ves ya me hubiera aventado la que hacen ellos: una, dos o tres semanas o 4 meses de briagas diarias.
Hoy quise salir con los borrachos de la cuadra pero al asomarme ya no estaban, quise llegar y hacer mi nuevo escuadrón local.
Nada más de pensar que eso si sería mi muerte me detiene.
Que año tan más extraño, jamás pensé tener 6 faltas en el trabajo y cero motivación para seguir adelante, cero fe, cero esperanza. Hasta siento que ningún ser vivo lee esta mierda ya.
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