Recuerdo que hubo un tiempo de paz, de armonía. Un tiempo que estaba calmado. Quieto.
Luego llegó la tormenta y arrasó con todo de golpe. Hubo un tiempo en que el caos emergió con furia y me olvidé de mi mismo. Incluso que hasta este blog lo deje de usar porque creí que era otro yo. Crei que estaba completo y nada me afectaría. Todo era paz.
Ojalá mi vida fuera caos y orden en justo nivel, sin tantos días de bendición y pocos con el caos a nivel máximo.
Pero la vida no es sencilla, si fuera así sería aburrida. Normalmente todo lo que busco para mí lo obtengo pero siempre tiene un final explosivo.
Alguna vez tuve a mi compadre que vivía feliz de tener mi amistad pero en mi nada dura mucho, un día se fue (como otros). Alguna vez tuve muchos amigos y me llevaba bien con ellos, pero mi maldición es que no nací para eso, siempre terminan la relación con una explosión violenta. La vida me tiene otra ruta y desde niño me ha demostrado que soy solitario y ya llegó el momento de aceptarlo.
Trataré de ser creativo como antes. Trataré de recuperar mi escencia que perdí en algún momento de mi camino.
Lamento tanto vivir.
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