De nuevo ando en un caso de ansiedad, si ando ebrio deseo estar sobrio, si ando sobrio deseo estar pedo. Ahorita ya no distingo un estado del otro, para mi se convirtió en una forma de vivir. Es una autodestrucción lenta, placentera, mortal, frustrante y maravillosa a la vez.
He conocido personas nuevas gracias a mi estado alterado de conciencia alcoholizada, incluso he visto y sentido mis propios límites. No me siento muy orgulloso de ello pero hasta ahora me ha funcionado, sin darme cuenta me autoterapie por meses. Ok, es una justificación a mi vicio, pero funciona.
En la mañana de ayer tuve una charla interesante con Luna sobre la diversidad humana y social. Curiosamente ayudados de unas cervezas, obvio, contamos experiencias y casos de personas que conocemos en común. Yo quedé en shock luego de un rato y ella con la cabeza tronada y llegamos a la conclusión de que: Para cada roto siempre hay un descosido. Pero le dije la que se convirtió en la mayor de todas: me quejaba de no tener zapatos hasta que conocí a alguien sin piernas.
El mundo puede cambiar de la noche a la mañana y he pensado que mi futuro no pinta muy bien en mi estado actual, tal vez necesite un toque mágico. Se puede sobrellevar con la indiferencia pero es una bomba de tiempo nada más, por lo que buscaré la manera de hacer un cambio grande, podría ayudar mucho. Meditaré las opciones y seguramente se me mostrará el camino. Pueda que necesite una cerveza o dos pero seguramente serán ni más de 3 ni menos de 33.
Rolita para su mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Admitidos todos los Comentarios.