miércoles, 20 de julio de 2022

Una Respuesta Obvia

 El aceptar que valiste verga es un buen comienzo. Osea yo, vali verga. Luego el evitar lo que te daña es otro. Lleva su tiempo. 

Yo supe que la moneda era de sangre. 

Hoy le hablé a mi alucinación. La enfrenté de nuevo y supe que tengo que crecer. Pero que glorious moment fue verla reír y comer rico un ratito. Se le quitó su cara de vergaguada de la mañana. Luego se desvaneció. Esquizofrénico soy. 


Me gusta probar el estado Lunaterra, (sería la opuesta de Solaire, creo) Un rato.

 Ahora que revivo viejos demonios empecé a abrirme más sobre mi ser a las personas con las que trabajo. A una en particular. Otra alma rota. 

Nunca quise ni intentarlo porque atrás había entes de otra dimensión que susurraban voces, cacofonias, maldiciones y ganas de querer sacarse los ojos. 

He descubierto que yo tenía candados mentales que debía dejar ya en el pasado. Debía dejar de lado prejuicios y censuras. Puta madre, todos somos pendejos en alguna etapa. Algunos no, obviamente los que son como yo lo somos eternamente en Zig zag.  

Le he confesado las circunstancias por las cuales nunca quise, con anterioridad, tener algún vínculo que no fuera estrictamente laboral. Todo de una vez, sin mamadas. Siempre pensé que al que le caguen las verdades mejor que se quede en su mundo pequeño, y verga!! No estuvo mal el ensayo. Comprendió y también confesó cosas. He hablado mucho. 

Hablé porque tenía que hablar. En casa nadie está. En el teléfono todo mundo murió de pronto, a la par conmigo. Ella pues... Es obra de mi imaginación nada más, aparece de pronto y me sorprende su mente, brilla. Luego sin más, se va. Una lámpara sin luz. 

He contado hasta cosas crudas y es chido conocer otras mentes, vencer al pasado.  Errores los cometemos todos. Solo uno es el que lleva la culpa miserable de la conciencia como propia penitencia y autocastigo hasta la muerte. 

Menciono lo anterior porque hace años ella me obsequio un símbolo. Una Luna. En aquel entonces yo estaba obsesionado con el Sol. Decepcionado de la luna y culeramente le dije: no me gustan pero gracias. Secamente. 

Hasta ahora ha sido mi confesionario y agradezco que ella igual se abra por qué anda en caos por la pérdida de su más grande obsesión.

 Obsesión!!! Que palabra tan extraña y tan difícil de explicar. 

Las cosas siempre pasan por algo. Pero: Lleva su tiempo. 

Me quejaba de no tener zapatos hasta que conocí a alguien sin piernas. 



PD esa versión de "La maldición del Sabelotodo" con voz fea pronto. cambiará. 

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